Se acaban las vacaciones y empieza el curso para los que
estamos estudiando. O empieza de nuevo el trabajo para los que estén currando y
se hayan tomado unos días. Se acaba ese maravilloso periodo de dormir hasta
horas increíbles y despertarse medio adormilado para ir a la playa. Y empiezan
esas mañanas horrorosas de levantarse temprano, cuando aún es de noche, mirar
por la ventana con cara de depresión mientras te bebes una taza de café medio
mal hecho y te comes unos cereales sin hambre antes de empezar tu jornada. Yo,
personalmente, soy una cafeinómana. Y es horrible. Entre el café malísimo de la
facultad y el de sobre de casa, mis desayunos no son muy nutritivos. Y no dejo
de notar los efectos secundarios de la cafeína, así que ahora que vamos a
volver a empezar con la rutina mañanera, he decidido buscar alternativas al
café, y hoy os planteo unas cuantas ideas para probar que sustituyan a la
maldita cafeína.
Empiezo explicando por qué es tan mala la cafeína. Un efecto
secundario de la cafeína muy destacable son los trastornos del sueño, como el
insomnio. Cuando tomamos cafeína para evitar quedarnos dormidos, alteramos la
respuesta del cuerpo a las hormonas que regulan los ciclos de sueño, y eso hace
que a la larga, se altere ese ciclo. También causa acidez, dolor de estómago,
diarrea, nerviosismo, espasmos musculares… Muchos omeópatas apuntan a la
cafeína directamente como una de las causas más comunes del dolor de cuello. Yo
padezco del cuello, y sí que es verdad que durante el curso, cuánta más cafeína
tomo, más cargados noto los músculos de esa zona y peor me siento. La cafeína
puede interferir con medicamentos que estemos tomando, además de causar
deshidratación si no bebemos abundante agua y abusamos de ella, hipertensión y
úlceras, y hay que destacar que puede llegar a causar dependencia.
Por supuesto
en todo momento estoy hablando de un consumo excesivo de cafeína, no de un solo
café a la semana; los médicos aconsejan tomar café de forma moderada, ya que la
cafeína posee propiedades que la ayudan a regular la retención de líquidos,
estabiliza la presión arterial en hipotensos, y tiene propiedades
antioxidantes. ¿Y qué hacemos para despertarnos sin cafeína?
Para empezar hay una serie de rutinas que todos deberíamos
llevar a cabo y nos ayudarán a despertarnos de forma natural con poco sueño.
Dormir 8 horas, hacer ejercicio una hora antes de irnos a dormir (no justo
antes, que se vuelve contraproducente) o no comer justo antes de irnos a
dormir, son consejos que nos ayudarán a descansar mejor y por lo tanto
levantarnos mejor. Otro consejo es dormir sin luz artificial, pero con una
ventana abierta que permita que entre la luz del amanecer y estimule la
secreción de cortisol, la hormona que se encarga de despertarnos.
El ejercicio físico mañanero es una gran opción. Cuando
hacemos ejercicio, secretamos ciertas hormonas que ayudan al organismo a
mejorar su rendimiento: la sangre se bombea con fuerza a los músculos, los pulmones
captan más oxígeno… así que hacer unas cuantas sentadillas, o salir a correr 20
minutos por la mañana, nos ayudará a mantenernos activos todo el día.
Si queremos evitar el ejercicio, otras sustancias con las
que podemos sustituir al café son el té (contiene menos cafeína, y en su lugar
contiene más teína, que es menos perjudicial), el té de canela (la canela causa
una ligera hipertensión, muy recomendada para las chicas con spm y que ayuda a
despertarnos), el chocolate, o el azúcar. Todo eso siempre sin pasarse. Aunque
se ha hablado del mate como sustituto del café, lo cierto es que investigando
he encontrado que el mate contiene aún más cafeína que el café.
Y nada más, recordaros que la cafeína no está solo en el
café, también en el té, el chocolate, muchos refrescos, medicamentos, bebidas
energéticas etc. De forma que si queréis minimizar la cantidad que ingerís
tendréis que tener en cuenta todo lo que tomáis diariamente.
¡Buenos días!
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