lunes, 2 de diciembre de 2013

Berlín desde los ojos de Gekkô

Hoy traigo una entrada de parte de Gekkô, estudiante de veterinaria de Erasmus en la bella ciudad de Berlín, desde la cual nos hablará un poco de qué ver y a dónde ir si nos dejamos caer por la capital germana. Así pues, os dejo con la entrada. 

Bienvenidos, Soy Gekkô un buen amigo y compañero de Myopss. Actualmente estoy viviendo en Berlín por un tiempo así que me dedicaré a contar algunas cosas interesantes que se pueden hacer aquí, qué ver, qué comer,...

Como las cosas no están para gastar mucho,  hoy os recomendaré cuatro lugares cercanos entre ellos, en los cuales no hace falta para nada gastar dinero, como mucho para llegar hasta el centro de la ciudad.
Primero un pequeño dato;  en Berlín los billetes salen sin sellar, al sacarlos hay que introducirlos en un poste para que tengan una validez de 120 min. Suelen salir más económicos los billetes de 4 viajes ( +/- 8€) , que hay que sellar cada vez, o de día entero (12€) que ir comprando los billetes individualmente. Que aquí si existen los revisores.
En el noroeste de Berlín se encuentra la estación de Hauptbahnhof . Es una estación de estilo moderno con cuatro plantas en su interior con dos salidas, en diferentes plantas, rodeada de ciertas esculturas de estilo contemporáneo, para quién le guste el arte se pueda entretener por ahí. En su interior nos encontraremos gran cantidad de tiendas para cualquier necesidad que nos surja en el viaje.


A la salida de Hauptbahnhof nos encontramos el río, con unas vistas increíbles. Si cruzamos sus orillas existe un bar dónde nos podremos sentar a tomar una Berliner, sin un precio excesivo, mientras miramos los barcos de turistas pasar (los cuales valen unos 20€ por persona en taquilla).
Si seguimos en línea recta llegaremos al Bundestag  dónde se encuentran varios edificios gubernamentales de Berlín para cuya entrada hace falta identificarse anteriormente, se puede hacer por Internet sin muchas dificultades; además de encontrar otros edificios con diferentes arquitecturas, el más característico es el Reichstagsgebäude 
Reichstagsbäude

porque aunque su exterior recuerde a la arquitectura clásica en su interior presenta un gran cúpula de cristal desde la cual podemos observar gran parte de Berlín. Rodeando toda esta zona encontramos diferentes parques dónde poder jugar al fútbol o volar una cometa sin problemas. Si seguimos por la zona encontraremos ciertas zonas donde poder practicar deportes como Ping-Pong o Baloncesto.

Si seguimos un poco más adelante podremos encontrar el Tiergarten  pero nos dirigiremos a la izquierda para contemplar la Torre de Bradenburgo(Bradenburger Tor).
Bradenburger Tor
 Un lugar al que debes ir para hacerte la foto de rigor, sin esta foto deberás repetir el viaje. Alrededor de la zona encontramos diferentes embajadas, como la americana en un lado de la plaza. Además, también nos podremos hacer una foto con dos jóvenes soldados de “las dos alemanias”, ir a un “Berliner Bär” o visitar una cafetería. Si siguiéramos la calle Unter den Linden podríamos encontrar el museo de Madame Tussauds.  Siguiendo la calle llegaremos hasta Friedrischstrasse y luego hasta Alexanderplatz.
En esta plaza podremos encontrar muchos tipos de mercados, en diciembre tendremos Weinachtmarck (mercados de Navidad) o una pequeña muestra de lo que es una Bierfest. Además, rodeando la plaza hay diferentes locales nocturnos como pueden ser el Weekend, cuya vista desde su azotea es increíble.
Fernsehturm-Alexanderplatz
Vista desde el Weekend

Cerca de esta zona también está el monumento a los Judíos caídos, pasear por su interior al atardecer da una sensación de estar perdido. Os lo recomiendo, la sensación de ser pequeño es increíble.
Monumento a los Judíos caídos




 En esta zona también podemos dirigirnos hasta
Postdamer Platz, dónde se encuentra el Sony center y los cines IMAX. Es una gran zona de paseo y además presenta gran variedad de tiendas con un centro comercial sólo cruzando la calle. La plaza es reconocible por su cúpula que presenta diferentes colores por la noche. Además en esta plaza es dónde se realizan las premiers en esta ciudad además de otros eventos. Cómo en Navidades Legoland se traslada un poco hasta ahí.





Seguiré explicando más lugares en próximas entradas si Myopss me lo permite.

¡Claro que te lo permito! De hecho espero ver muy pronto más entradas sobre Berlín. ¿Y vosotros? ¿Tenéis ganas de visitar Alemania?

¿Con qué me entretengo hoy? Revisión de algunas series populares que podemos ver.

Tardes de estudio, en las que en un momento dado queremos descansar. No echan nada bueno en la tele cuando llegamos del trabajo, y solo queremos descansar el cerebro mientras cenamos tranquilamente frente a una caja tonta. ¿Qué veo, qué hago? Hoy traigo 10 recomendaciones de series que podemos encontrar online para verlas con total tranquilidad y a nuestro ritmo en nuestras horas libres. Vamos allá:

1. Como conocí a vuestra madre

Muchos se quejan ya de lo que se está alargando y diluyendo la serie, pero aun y así ya sea por curiosidad, por gusto o por fidelidad, lo cierto es que hay tanta gente siguiendo esta serie que sus productores han decidido hacer otra llamada “Como conocí a vuestro padre”, para continuar con el tirón que han tenido sus ya 9 temporadas.
Lo cierto es que en estas últimas temporadas la serie ha perdido calidad y gracia. Podría considerársela como una versión más moderna de la serie Friends, quizá menos inocente y más subida de tono en muchos aspectos (también las cosas han cambiado mucho desde los años de Rachel, Foebe y compañía). Desde luego HIMYM cuenta con un buen elenco de actores y actrices, entre los que destaca y con mucho Neil Patrick Harris, con su excelente interpretación de Barney, si bien a mi parecer el personaje ha perdido algo de chispa en las últimas temporadas.
Una serie entretenida para pasar el rato y con bastante humor.

2. The Big Bang Theory

Mucho ha cambiado esta serie desde que empezó a emitirse, y si bien ha tenido sus altibajos, yo creo firmemente que ha recuperado en esta séptima temporada, bastante calidad y se acerca más a lo que fue en sus primeros momentos. Grandes actores, como Johnny Galecki, Jim Parsons, Kaley Cuoco, Simon Helberg, Kunal Nayyar, Melissa Rauch y Mayim Bialik, que se ajustan como hormas de zapato a los personajes que interpretan, y que siempre te sacan una sonrisa.
Mucho ha mejorado Kaley desde su anterior papel en otra serie televisiva, digamos de cierta relevancia (Billy, en Embrujadas), y a lo largo de las temporadas que ha tenido TBBT. La que fuera Blossom (Mayim), se ha convertido a mi parecer en una actriz excelente, y para los que no lo sepan, tiene el doctorado en neurobiología, siendo la única que posee el mismo título en la serie que en la vida real.
Absténgase de verla los que no soporten a los nerds, y a los que como yo, os encanten, la serie os va a encandilar desde la primera temporada. Recomiendo que veáis el episodio piloto (podéis encontrarlo en seriesly por ejemplo), porque vale la pena.

3. Modern Family


Con algo menos de popularidad que las anteriores, cuenta también con grandes actores, pero lo cierto es que deja algo que desear como serie de humor. Es entretenida, y tiene situaciones la mar de divertidas, pero no es ni por asomo tan adictiva como otras que se pueden encontrar.

4. Breaking Bad


¡La serie de moda! Aunque la serie lleva emitiéndose desde 2008, ha cobrado relevancia sobre todo en este año, por lo menos dentro de España. Sorprendente, inquietante, y Bryan Cranston haciendo un papel genial. Lo cierto es que ha mantenido una altísima calidad desde la primera hasta la última temporada, con buenos giros argumentales y con muy poco relleno. ¡Altamente recomendable!

5. Juego de Tronos

Conocida no, conocidísima. Desde luego que son infinitamente mejores los libros, pero dejando a fans literarios aparte, es una serie de la que disfrutar. Eso sí, con los cascos si la vais a ver solos en la habitación, porque si no alguien pensará que estáis viendo porno.
Buenos e inesperados giros, una historia de intensidad creciente (puede que la primera temporada resulte aburrida para algunas personas, pero os recomiendo no abandonar la serie hasta haberla visto entera, porque la historia engancha más y más conforme pasan los capítulos), emoción, sangre a borbotones, violencia, sexo… un superventas en toda regla.

6. New Girl

Si os gustan las series de humor, ésta la recomiendo de todo corazón. Las risas están garantizadas casi desde el primer capítulo y la serie casi no ha perdido calidad con el tiempo, a pesar de que las circunstancias de sus protagonistas han ido cambiando bastante en sus tres temporadas. Situaciones absurdas, momentos de vergüenza ajena, un gran reparto encabezado por Zooey Deschanel, haciendo un papel casi opuesto al de su hermana Emily en Bones, y unos guionistas que deben pasarse todo el día fumados, pero que son geniales.
En serio, si queréis reír, esta serie os encantará.

7. Once Upon a Time

Bueeeno… una serie que empezó más o menos bien, continuó regular ya en su primera temporada y va de mal en peor. Sí, es cierto que han metido un relativamente buen villano en esta última temporada, pero para mi gusto es demasiado pastelosa. De todas formas a quien le gusten las pasteladas y los cuentos Disney, esta serie le va a gustar.
El reparto no está mal; Jennifer Morrison, recordada sobre todo por su papel de doctora Cameron en House, pero que también pasó por HIMYM como Zoey, una de las novias de la interminable lista de Ted, protagoniza este remake de las historias de los Grimm (ay, si levantaran la cabeza), acompañada por muchos actores mucho menos conocidos, entre los cuales podría destacarse por darle cierta calidad a la serie, Robert Carlyle (el que la lía parda en 28 semanas después), como Rumpelstiltskin (ahora dilo seguido varias veces ;) ).

8. Sobrenatural



Otra serie que ha perdido calidad con las temporadas, y ya van 9. Sinceramente, la serie empezó muy bien y mantuvo una muy buena calidad hasta más o menos la 6-7 temporada, cuando la trama se volvió repetitiva y eran mejores los capítulos de relleno. Les daría un tirón de orejas a los guionistas por haber convertido a Sam en una nena llorona y autocompasiva y a Dean en un imbécil creído que siempre parece estar por encima de su hermano pequeño. A pesar de todo, son principalmente Jensen Ackles (Dean) y Jared Padalecki (Sam) los que siguen siendo el principal encanto de la serie, aunque como actorazos yo mencionaría a Misha Collins y a Mark Sheppard, que interpretan a dos de los personajes más dinámicos e intrigantes de la serie.
En definitiva una serie recomendada sobre todo al público femenino, y no apta para aquellos a los que la fantasía no les vaya nada de nada.

9. Sleepy Hollow


Esta serie empezó regular tirando a mal, y yo empecé a verla por curiosidad. Llevando el nombre de la novela, y de las dos películas que se han hecho al respecto, cualquiera esperaría un remake más de la historia tradicional del jinete sin cabeza, pero en esta ocasión han decidido improvisar sobre la marcha.
Mi intuición me dice que fue un “vamos a probar a ver” que salió bien, porque los capítulos y la trama han mejorado mucho conforme ha ido avanzando la primera temporada de esta serie. Cuenta con cada vez más seguidores en América, que esperemos garanticen que no se cancele, porque esta historia fantástica que le da un nuevo punto de vista a Sleepy Hollow, ha alcanzado para mí el estatus de serie intrigante y relativamente recomendable.

10. Elementary vs Sherlock
 
Dos series. EE.UU. contra Reino Unido. ¿Mi opinión? Prefiero la inglesa con creces. Mucho más entretenida, intrigante, y el personaje de Sherlock más complejo y profundo, (Benedict Cumberbatch). La pega de esta serie es la larga espera que está habiendo para sacar la tercera temporada, si bien esto era de esperar, teniendo en cuenta que Martin Freeman (Whatson), es el protagonista de la saga del Hobbit, y que el propio Benedict, ha participado en la saga como la voz del Nigromante y las capturas de movimiento para el dragón Smaug.
Me encanta el hecho de que los capítulos sean una versión moderna de las historias de Conan Doyle, que llevan incluso nombres que son modificación de los de las historias originales (Estudio en rosa-Estudio en escarlata; Un escándalo en Belgravia-Escándalo en Bohemia; Los sabuesos de Baskerville-El Sabueso de los Baskerville).
En cuanto a la versión americana, mis pegas son que salvo por los nombres y el uso de la investigación, el nombre del antiguo domicilio de Sherlock y tal, poco o nada tiene que ver la historia ni los personajes con la original. Sin embargo, no juzgándola severamente, diré que como serie intrigante y policíaca, es una buena serie, con una trama más que entretenida, y que es de las que ponen en jaque nuestra capacidad de deducción, cuando intentamos averiguar quién es el asesino antes que el protagonista.
Por todo esto, las recomiendo las dos y os invito a comentar aquí cuál os gusta más.

Y con esto termino. He procurado incluir un poco de todo en las series, tanto fantasía y ciencia ficción como intriga. Otro día hablaré de serie nada actuales pero que merece la pena ver o volver a ver por su calidad. ¡Y de alguna película! Hasta entonces, os dejo embobaros con la caja tonta.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Buceando por Youtube os traigo...

Hoy os traigo unas buenas recomendaciones para esas tardes aburridas en las que acabamos en Youtube sin saber muy bien qué ver. Para los que os interese ver algo mejor que a Miley Cyrus chupando un martillo, o queráis dejar de ver vídeos de gatos graciosos, aquí van unas ideas:

1. Peter Hollens

Artista (porque no hay otra forma de definirlo). Hace covers de canciones de la forma más peculiar, y es que usa su voz para imitar el sonido de todos los instrumentos. Con geniales colaboraciones y una voz extraordinaria, este cantante nerd os dejará con la boca abierta. http://www.youtube.com/user/peterhollens?feature=g-subs-u

2. Lindsey Stirling

¡Otra nerd con talento musical! Tiene varias colaboraciones con Peter con canciones como el opening de Game of Thrones, el tema principal de Skyrim, un medley de Star Wars... Toca el violín como los ángeles, y sus composiciones propias son aún mejores que cualquier cover que haga. http://www.youtube.com/channel/UCyC_4jvPzLiSkJkLIkA7B8g

3. Felicia Day

Algunos puede que ya la conozcáis como Charlie, la super friki de la serie Supernatural. En la vida real es igual o más friki que su personaje. Tanto su canal personal, como el canal de The Guild, vale la pena seguirlos. No están subtitulados al castellano, pero los episodios son desternillantes si entendéis algo de inglés. Además las canciones de temática gamer como Game on, Do you wanna date my avatar, o I'm the One That's cool, son divertidas a la par que buenas. ¡No hay dos como Felicia! http://www.youtube.com/channel/UCIg7U4yoXlm2_nnkl9wsIcw

4. Hola Soy Germán

Este chico sube vídeos todos los viernes ¡y es genial! Lo cierto es que es de los vloggers que más me han enganchado y os recomiendo muy mucho que les echéis un ojo a sus vídeos. Graciosos a más no poder. http://www.youtube.com/user/HolaSoyGerman

5. VektorJack

Otro friki de bandera. Un vlog genial y con mucho nivel, a este chico se le da genial la edición de vídeos, y es capaz de convertir temas serios en una buena sátira. ¡Suscribíos de mi parte! http://www.youtube.com/user/VektorJack

Espero que disfrutéis de estos youtubers con talento que os he traído hoy. ¡A pasar toda la tarde viendo vídeos!

Bizcochitos de calabaza y manzanas de caramelo ¡Otoño delicioso!

Sí, sé que ha pasado un montón de tiempo desde el último artículo, y que éste habría sido más apropiado para la semana de Halloween, pero… ¡es lo que hay! Hoy vengo cargada con dos recetas dulces y típicas de la estación de Otoño a la que aún le queda vida aunque los de Mercadona intenten vendernos ya los turrones. ¡Vamos a ello!

Para los bizcochitos necesitaremos: media calabaza (sirven las calabazas violín), 200 gramos de azúcar moreno (o más según gustos), 300 gramos de harina, 3 huevos y 100 gramos de mantequilla.
Primero que nada, hay que asar la calabaza. Sencillo, calabaza, horno a 180º y más o menos durante una hora. Mientras esté caliente será más fácil de machacar, así que recién sacada del horno (¡Cuidado que quema!), la vaciamos y colocamos la pulpa asada en un bol; con un tenedor la chafamos bien hasta conseguir un puré lo más suave posible.

Mientras dejamos que el puré de calabaza asada se enfríe, derretimos la mantequilla en el microondas (no del todo), y en un bol mezclamos la mantequilla con el azúcar con una batidora manual o eléctrica hasta que quede una mezcla marrón y homogénea.
Después añadimos los huevos; lo haremos de uno en uno, es decir, añadimos uno y batimos, añadimos otro y batimos… Batimos un poco más hasta conseguir que la mezcla sea pastosa y esté bien homogénea y ahora es hora de empezar a añadir el puré de calaaza (que esté bien frío ya). Lo mejor es irlo añadiendo cucharada a cucharada, para podernos asegurar de que la mezcla va quedando bien integrada, sin grumos de calabaza por ahí. Así que igual que con los huevos: cucharada, batimos, cucharada, batimos… Cuando todo el puré esté añadido a la mezcla añadiremos la harina, tamizada previamente, poco a poco y sin dejar de mezclar. Si veis que la mezcla os queda poco consistente podéis aumentar la harina hasta 350 gramos, pero no más u os quedará harinoso. Con el azúcar igual, una vez añadida la harina podéis probar la mezcla y si os parece que queda poco dulce podéis añadir más.
Calentamos el horno a 200º y mientras tanto en una bandeja vamos colocando círculos de la masa, más o menos 2 cucharadas por cada uno, asegurándonos de que queden gordos. (¡Consejo! Si ponéis papel de horno sobre la bandeja serán más fáciles de despegar. Otra opción es poner obleas, que son comestibles, y que además de impedir que se peguen a la bandeja, si se quedan adheridas a los bizcochitos no tendréis que quitarlas y son deliciosas).
Horneamos durante más o menos 20 minutos dependiendo del horno ¡y listo! Podéis añadirles decoración con lápices de glaseado, chocolate derretido, nueces... ¡Deliciosas!




¡Vamos ahora con las manzanas! Necesitaremos 4 manzanas medianas, 300 gramos de azúcar, colorante alimentario (¿Rojo? ¿Por qué? ¡Usad el color que os venga en gana! Yo he usado azul) líquido, medio limón, 100 gramos de mantequilla y palitos de brocheta.

Lavamos las manzanas y les quitamos en caso de que lo tengan, el rabo, pinchándolas en el palo de la brocheta (recordad que debe atravesar lo más posible la manzana para que aguante bien su peso).
En una cacerola ponemos el azúcar, con dos cucharadas de agua (¡NI UNA MÁS! Si no quedará demasiado líquido), y zumo de limón y lo ponemos a calentar a fuego suave. Dejamos que se derrita el azúcar removiendo con una cuchara de madera y luego añadimos la mantequilla. Cuando empiece a volverse de un color ocre en los bordes lo sacamos del fuego y añadimos el colorante, mezclando rápido. De una en una, vamos metiendo las manzanas y les damos la vuelta para que queden totalmente cubiertas de caramelo.

Antes de hacer esto, es bueno que tengáis al lado un bol con agua muy fría. Cuando saquéis las manzanas del caramelo caliente, las sumergís rápido en el agua fría dándoles vueltas, y el caramelo se solidificará muy rápido y quedará brillante.
¡Y ya están listas! Dejadlas enfriar antes de coméroslas.
Espero que estas recetas hagan las delicias de los más golosos. ¡Que aproveche!



domingo, 27 de octubre de 2013

Diez mitos y verdades sobre nuestras queridas mascotas

Bueno, he escuchado muchos mitos desde siempre sobre perros, gatos, hámsters… Con algunos de ellos he crecido porque mis padres me los contaron. Pero ahora ya conozco las verdades detrás de la mayoría, y he pensado en compartir lo que sé. Aquí va una pequeña colección de mitos y verdades sobre los animales domésticos.

1. Los perros son… ¿daltónicos?

Falso, los perros no son daltónicos. El daltonismo es una enfermedad que causa una dificultad para distinguir unos colores de otros. El color viene determinado por unas células que tenemos en nuestra retina y que se llaman conos; los seres humanos podemos ver los colores azul, rojo y verde, y esos tres colores se combinan para formar todo el espectro que conocemos de colores. Los perros solo tienen dos tipos de conos, y es por eso que solo pueden distinguir los colores azules, amarillos y marrones. ¡Pero eso no significa que los confundan! Simplemente hay unos colores que no pueden ver. Lo compensan con una visión nocturna 5 veces mejor que la humana, nada mal, ¿eh?

2. Los perros y los gatos no pueden ver la televisión

¡Falso! No hay nada que haga que nuestros queridos animalillos no puedan ver la televisión, no es un objeto mágico que solo podamos ver los seres humanos y tampoco es que nuestros ojos sean tan distintos a los suyos. Otra cosa es que no les llame la atención. Pero por lo general siempre hay algún programa que por la música o el movimiento les llama (mi gato veía partidos de tenis) y miran la televisión como cualquiera. Si no os lo creéis, echad un vistazo: http://www.youtube.com/watch?v=y647H_kQ18E

3. Las castraciones engordan a los animales

A ver, una cosa es que cuando castramos a un animal tienda a engordar. ¡Pero no podemos dejar que se convierta en una bola! Es responsabilidad de nosotros como dueños, asegurarnos de que llevan una dieta adecuada para animales castrados, y de que hacen ejercicio a diario. Sí, es normal que un animal castrado engorde, no, no es normal que dejemos que se vuelva obeso.

4. Los perros de raza son mejor que los perros mestizos

Cuantas veces habré oído eso. O que un perro de criadero es mejor que un perro de protectora. Son prejuicios. Un perro o gato de protectora, un animal rescatado, puede ser tan noble o más que uno de raza, igual de obediente e igual de bueno. No todos los animales de una misma raza tienen por qué tener el mismo carácter, así que aunque en general los Golden Retriever son tranquilos, puedes acabar con un demonio en casa, o al contrario, aunque se supone que los galgos son inquietos, puedes encontrarte con un galgo de sofá. Y con los mestizos pasa lo mismo. No es cuestión de la raza, si no del carácter del animal y de cómo lo eduquemos.

5. Los perros pueden comer huesos sin ningún problema

¡NO! Ni se os ocurra darle huesos a los perros. Pueden causarles un montón de problemas, desde quedarse atascados en su estómago o en su intestino, perforarlos, hacerles úlceras… Además por el alto contenido en calcio de los huesos si se los damos de forma habitual, pueden desarrollar enfermedades como cálculos urinarios.
Os sorprendería saber la cantidad de perros que acaban en el veterinario por un hueso.

6. Los gatos adoran la leche y es bueno dársela

Vamos a ver… ¿les gusta? Sí, depende del animal, pero sí. ¿Es bueno darles leche? No es tan claro. La leche de vaca contiene lactosa, el azúcar de la leche, que es un elemento que no está presente en la composición de la leche de la gata. Por esa razón, un gatito que beba leche de vaca, es normal que sufra diarreas y a la larga puede ser muy malo para el animal. La solución es comprar leche sin lactosa o leche especial para gatos. ¡No es tan caro!

7. Los gatos ronronean cuando se sienten bien

No es cierto. El ronroneo de los gatos es su forma de expresar un sentimiento fuerte, y éste no tiene por qué ser bueno. Pueden ronronear por el miedo, la ansiedad, por agresividad, por placer… Hay muchas causas por las que un gato puede ronronear y no todas son buenas.

8. Los perros y los gatos no se llevan bien

Ese dicho de “como el perro y el gato” es más falso que una moneda de 3 euros. Un gato que desde pequeño es acostumbrado a ser sociable y a tratar con perros, seguramente se llevará bien con la mayoría de ellos toda su vida. Un perro bien educado, y bien socializado, hará lo mismo con los gatos. No solo no tienen por qué llevarse mal, si no que pueden llegar a cogerse mucho cariño e incluso echarse de menos, (hablo por experiencia personal).

9. Un año perruno equivale a 7 años humanos

El envejecimiento de los perros tiene mucho que ver con su tamaño; mientras las razas más pequeñas pueden llegar a cumplir los 20 años, las más grandes es raro que pasen de los 10. Así pues, cada raza envejece a su ritmo, y no se puede buscar un equivalente.

10. Los hámsters son animales muy delicados

Ni hablar. Los hámsters son animales sumamente resistentes, capaces de aguantar durante semanas sin comida y con restricciones de agua; de hecho en la naturaleza, son animales que hibernan en los meses más duros, si bien no es nada normal que lo hagan en cautividad, dado que en teoría no tienen restricciones de alimento o agua durante esos meses, ni sufren las bajadas de temperatura. Lo que sí que no resisten es el sol; nunca se os ocurra poner a un hámster al sol directo, porque directamente lo estáis sentenciando a muerte. Estos animalillos no pueden sudar, y sufren mucho los aumentos bruscos de temperatura. Esto no significa que sean vampiros, no los coloquéis en un cuarto cerrado en el que nunca de la luz.



Hay muchísimos más mitos sobre mascotas circulando por internet, como que todos los hurones huelen mal y que castrarlos elimina el mal olor, que todas las especies de loro viven muchos años y saben hablar, que los gatos siempre caen de pie… Os animo a no creeros siempre lo que os cuentan, investigar un poco por vuestra cuenta y preguntar siempre a un veterinario, porque no hay nadie mejor para ayudaros con dudas de vuestras mascotas.

A mí solo me queda decir, ¡Hasta luego, cocodrilo!


domingo, 13 de octubre de 2013

¿Halloween o Todos los Santos?

Estamos a mediados de octubre y ya queda menos para Halloween. En los supermercados empiezan a aparecer calabazas para recortar, caramelos con temática de terror y decoraciones; en los todo a cien los disfraces empiezan a amontonarse. Personalmente yo llevo celebrando el Halloween desde que era muy pequeña. Es una fiesta llena de alegría, disfraces y dulces y mi madre cada año preparaba la casa y me hacía algún disfraz por simple que fuera para que la celebrara con mis amigos.

Pero todos los años surgen las mismas trifulcas en la radio, la televisión... ¿Halloween o Todos los Santos? ¿Estamos importando una tradición extranjera y olvidando una fiesta nuestra? Muchos piensan que sí, sobre todo gente criada en un ambiente religioso. Pero, ¿cuánto hay de verdad en la afirmación de que Halloween es una fiesta extranjera y Todos los Santos es nuestra?

Históricamente, Halloween surgió como una continuación de las fiestas de la cultura celta que conmemoraban el final del verano y la llegada de la época más oscura del año. Los celtas creían que los espíritus podían andar entre nosotros en esta noche, y usaban máscaras para alejar a los espíritus malignos. Uno de los nombres más conocidos es el de Samhain, que era el nombre de dicha fiesta entre las comunidades celtas del norte de Europa (de hecho en gaélico, Samhain, significa a día de hoy Noviembre). Más tarde los romanos adoptaron las tradiciones celtas, y continuaron celebrando una festividad en estas fechas.

Sabiendo esto, y sabiendo que la cultura celta (celtíberos) estaba ampliamente extendida por la península, y que más tarde la invasión romana fue aún más importante, ¿quién puede negar que la fiesta celta que equivale al Halloween se celebrara aquí desde mucho antes que Todos los Santos? Al fin y al cabo, la festividad cristiana no fue introducida en el calendario hasta la cristianización del imperio romano, trasladándose desde el 13 de mayo al 1 de noviembre, en un intento de sustituir a las tradiciones paganas arraigadas.

Así pues, insto a la gente a no ver en Halloween una amenaza a la tradición, ni un intento de sustituir a la fiesta cristiana ni de crear polémicas. Son festividades que no tienen por qué afectarse la una a la otra, que podemos seguir celebrando sin problemas; podemos tener una divertida noche de disfraces y caramelos que haga las delicias de niños y mayores, y visitar a nuestros difuntos al día siguiente en el cementerio con todo el respeto.

Así que ya sabéis, yo ya tengo mi disfraz, ¿y vosotros?


¿Halloween o Todos los Santos?

Estamos a mediados de octubre y ya queda menos para Halloween. En los supermercados empiezan a aparecer calabazas para recortar, caramelos con temática de terror y decoraciones; en los todo a cien los disfraces empiezan a amontonarse. Personalmente yo llevo celebrando el Halloween desde que era muy pequeña. Es una fiesta llena de alegría, disfraces y dulces y mi madre cada año preparaba la casa y me hacía algún disfraz por simple que fuera para que la celebrara con mis amigos.

Pero todos los años surgen las mismas trifulcas en la radio, la televisión... ¿Halloween o Todos los Santos? ¿Estamos importando una tradición extranjera y olvidando una fiesta nuestra? Muchos piensan que sí, sobre todo gente criada en un ambiente religioso. Pero, ¿cuánto hay de verdad en la afirmación de que Halloween es una fiesta extranjera y Todos los Santos es nuestra?

Históricamente, Halloween surgió como una continuación de las fiestas de la cultura celta que conmemoraban el final del verano y la llegada de la época más oscura del año. Los celtas creían que los espíritus podían andar entre nosotros en esta noche, y usaban máscaras para alejar a los espíritus malignos. Uno de los nombres más conocidos es el de Samhain, que era el nombre de dicha fiesta entre las comunidades celtas del norte de Europa (de hecho en gaélico, Samhain, significa a día de hoy Noviembre). Más tarde los romanos adoptaron las tradiciones celtas, y continuaron celebrando una festividad en estas fechas.

Sabiendo esto, y sabiendo que la cultura celta (celtíberos) estaba ampliamente extendida por la península, y que más tarde la invasión romana fue aún más importante, ¿quién puede negar que la fiesta celta que equivale al Halloween se celebrara aquí desde mucho antes que Todos los Santos? Al fin y al cabo, la festividad cristiana no fue introducida en el calendario hasta la cristianización del imperio romano, trasladándose desde el 13 de mayo al 1 de noviembre, en un intento de sustituir a las tradiciones paganas arraigadas.

Así pues, insto a la gente a no ver en Halloween una amenaza a la tradición, ni un intento de sustituir a la fiesta cristiana ni de crear polémicas. Son festividades que no tienen por qué afectarse la una a la otra, que podemos seguir celebrando sin problemas; podemos tener una divertida noche de disfraces y caramelos que haga las delicias de niños y mayores, y visitar a nuestros difuntos al día siguiente en el cementerio con todo el respeto.

Así que ya sabéis, yo ya tengo mi disfraz, ¿y vosotros?


sábado, 21 de septiembre de 2013

Tiramisú, Italia en tu plato

Ayer probé por primera vez a hacer tiramisú, un postre típico italiano realmente delicioso. Y me quedó bastante bien así que he decidido subir la receta que usé (sacada de un libro antiquísimo de cocina de mi madre), para que podáis probarlo los que queráis. 

Necesitaremos una batidora, dos boles, una cafetera y una fuente. Los ingredientes más o menos para 6/7 personas son 4 huevos (necesitamos solo 2 claras pero 4 yemas así que...), 100 gramos de azúcar, 400 gramos de crema de mascarpone, 20 bizcochos de lerma, 200 gramos de chocolate negro, cacao en polvo (colacao, vamos), unos 300 ml de café fuerte y (opcional, yo no lo usé) Amaretto, un licor italiano de albaricoque y almendras que no es demasiado sencillo conseguir, al menos en un supermercado normal. 

Primero que nada preparamos el café. Un café normal, con la cafetera ya nos vale, pero recordad que debe ser bastante fuerte y que una vez preparado tenemos que dejarlo enfriar antes de usarlo. 

Separamos las claras de las yemas, descartando dos claras. ¡Truco! Si en vez de partir el huevo en dos y ponerte a pasar el contenido de una mitad a otra hasta que se separa todo, haces un agujero con el dedo en un lateral del huevo y lo vuelcas, la clara, como es menos densa, caerá por el hueco mientras que la yema se quedará dentro y además permanecerá entera. Una vez haya salido toda la clara, separas la cáscara y pones la yema en el otro recipiente. 

Cuando tengamos 2 claras en un recipiente y 4 yemas en el otro, empezaremos a preparar la crema de mascarpone. Vamos a ver, en casi todas las recetas que había leído siempre te decía que primero levantes las claras y luego te pongas con las yemas, pero en el libro del que saqué la receta dice (y con toda la razón del mundo), que si haces eso para cuando vuelvas con las claras, ya se te han bajado. Así que primero, mezclamos los 100 gramos de azúcar con las yemas y batimos hasta conseguir una masa suave. Ahora sí, con la batidora, batimos las claras hasta llevarlas a punto de nieve, y nada más tenerlas las añadimos a las yemas. Recordad que cualquier brizna de humedad que contacte con las claras, hará que no suban por mucho que batamos, así que ¡ojo! 

Batimos las yemas con el azúcar y las claras a punto de nieve y vamos a ir añadiendo poco a poco el mascarpone, sin dejar de batir, hasta haberlo echado todo y conseguir una crema suave, dulce pero con el característico sabor del queso, y perfectamente homogénea. Ahora viene el montaje del tiramisú. En la fuente que hayamos elegido, colocamos primero los bizcochos; antes de ponerlos en la fuente, mojamos cada bizcocho en el café y luego lo ponemos hasta cubrir todo el fondo de la fuente (a mí me hicieron falta 10). La parte opcional, es mezclar con el café el Amaretto y bañar los bizcochos en la mezcla. El tiramisú tradicional italiano lleva sí o sí el licor, pero yo voy a tomarme la licencia de excluirlo. Sobre los bizcochos colocamos una capa de más o menos 2 cm de espesor de la crema de mascarpone, y sobre ella rallamos chocolate negro hasta conseguir una capa de más o menos 1 cm de grosor. Colocamos encima una segunda tanda de bizcochos de lerma bañados en café y encima otra de crema de mascarpone. Finalizamos espolvoreando un poco de cacao en polvo y rallando un poquito más de chocolate negro sobre la crema. 

Lo único que le queda al tiramisú es estarse dos horitas reposando en la nevera antes de acabar en la tripa de alguien. ¡Ciao bellisimo! 

Filetes de merluza al vino blanco con salsa de vinagre balsámico

Aunque yo nunca he sido muy de pescado y normalmente lo evito, reconozco que de vez en cuando todos deberíamos comerlo, así que voy a dejaros aquí una receta que improvisé yo misma y que me gustó mucho como quedó, para los amantes del pescado y para los que como yo preferís un buen chuletón. 

No requiere muchos materiales, solo una bandeja resistente a horno donde poner el pescado. En cuanto a los ingredientes, antes de enumerarlos tengo que destacar que aunque por comodidad solemos usar siempre ingredientes congelados, es más sano y la comida está mucho más rica si los usamos frescos. Para dos personas necesitaremos 4 filetes de merluza (si están congelados no hace falta descongelarlos), 100 gramos de guisantes, media cebolla cortada en tacos bien pequeños, 50 gramos de pimentón dulce, sal, vino blanco dulce, una rama de romero, pimienta negra y crema de vinagre balsámico. 

Colocamos sobre la bandeja los cuatro filetes de merluza; espolvoreamos por encima con el pimentón, un poco de sal (al gusto) y de pimienta (al gusto de cada uno también, podéis incluso no ponerla). Añadimos un chorrito de vino blanco y dejamos que el pescado se empape durante media hora más o menos; mientras tanto vamos precalentando el horno a 200 grados. Una vez el pescado se ha embebido del vino y las especias, colocamos los guisantes y la cebolla en la bandeja, y en un lateral la rama de romero (dará aroma y sabor al pescado al cocerse en el horno). Metemos el pescado al horno en la rejilla central y bajamos la temperatura a 150ºC. 

Mientras el pescado se hace (tardará más o menos 15 minutos), ponemos en una sartén un chorro de crema de vinagre balsámico (crema, para esto el líquido no sirve), con un poco de sal y pimienta y calentamos un poco. 


Al sacar el pescado del horno debe estar un poco dorado y con la verdura bien cocida, el alcohol del vino se habrá evaporado y quedará el aroma y el sabor. Emplatamos el pescado con la salsa. Si vais a hacer esta receta por primera vez o la vais a hacer para alguien que no seáis vosotros mismos, os recomiendo colocar la salsa a parte, porque no a todo el mundo tiene por qué gustarle. Y ya está, una receta bastante corta y muy fácil de hacer. 





lunes, 16 de septiembre de 2013

El Hobbit: del libro a la película

El Diciembre pasado se estrenaba la primera parte del Hobbit, un viaje inesperado. 
El diciembre que viene se estrena la segunda. 
Cuando me enteré de que iba a salir la película del Hobbit me alegré mucho, pero una parte de mí se estremeció. Ya hace muchos años que me leí el libro y he leído mucho de lo que escribió Tolkien (El Señor de los Anillos, El Silmarillion, El Hobbit, Cuentos Inconclusos...), y aunque las adaptaciones que Peter Jackson hizo de la trilogía del Señor de los Anillos me gustaron mucho y me parecieron bastante fieles a los libros (sobre todo las versiones extendidas), siempre que sale una adaptación ya sea en serie o en película de un libro, me asusto, porque habitualmente no son muy fieles. Por ejemplo, aunque las películas me gustaron, como adaptación de los libros la saga de Harry Potter dejaba mucho que desear. 

Aún me escamé más cuando supe que iban a dividir la historia en tres películas. El Hobbit no es un libro corto, pero tampoco me parece lo suficientemente largo como hacer tres partes de él. 

Sin embargo, tengo que decir que tras ver la primera parte de la película me quedé muy impresionada. Buenos guiones, fantásticos efectos especiales y mucho respeto a la historia del libro. Sí, es cierto que Peter sacó algunas cosas de su propia cosecha, pero lo cierto es que no me pareció que desentonaran, más bien al contrario. El orco blanco, un personaje que no aparece en el libro, es profundo y con una buena historia de trasfondo, además de dar profundidad y nuevas motivaciones a los enanos. Para aquellos indignados que también se hayan leído el libro y que piensen que eso de inventarse personajes no tendría que haberlo hecho, pensad que el libro está escrito en un tono infantil, ya que al fin y al cabo así lo diseñó Tolkien. Si bien Peter podría haberse decantado por hacer la película en el mismo tono, seamos sinceros, hacerla en un tono más oscuro y similar al Señor de los Anillos, la hace más comercial y hará que guste a más gente. 

Otra parte que no estaba en la historia es la reunión en Rivendel de "los que mandan", es decir, Galadriel, Gandalf, Elrond y Saruman. Pero considero que también está bien hilado. No solo ha dejado entrever la futura maldad de Saruman, la futura corrupción, enlazando su cambio con el que se produce en la saga del Señor de los Anillos, si no que además ha introducido una conexión entre los acontecimientos del Hobbit y los acontecimientos de la trilogía, que va más allá de la insinuación que hace Tolkien en el libro y de la conexión del anillo. Esto permite seguir el hilo de la historia a la gente que no se ha leído los libros, y que por tanto no sabe nada de la historia de la Tierra Media, ni sabe conectar los acontecimientos del modo que lo hace una persona que sí se los ha leído. 

¿Detalles negativos que destacaría? Bueno, un par. Para empezar no habría quitado la escena de las águilas (me refiero a la escena completa, con el rey de las águilas que habla, que aparece en el libro). Un detalle simpático que para mí podrían haber introducido; no hablo del diálogo completo, pero tal vez algunos detalles de cierta importancia a mi parecer que no deberían haber quitado (no voy a desvelarlos, el que quiera saberlo deberá leerse el libro ;) ). Los gigantes de piedra, esa lucha tan épica que Peter retrató no es tal, en realidad en el libro están jugando, y creo que no había por qué hacer taaaaan estremecedora la escena. 

En el comienzo, cuando los enanos acuden a casa de Bilbo, la escena del libro es mucho más simpática, con la llegada escalonada de los enanos y la llegada de Thorin aplastado por el enano más gordo de todos. Yo tampoco la habría quitado. En definitiva mi mayor pega es que la película es demasiado seria. Le falta un toque de humor, en torno a la oscuridad de la trama que el libro sí tenía. Y poco más. Bueno destacaría que creo que se han pasado un poco reforzando los efectos de la cara de Golum, creo que ya estaba bastante bien hecho en la última película del Señor de los Anillos y que no le hacía falta "digievolucionar" más. 


Como siempre una BSO arrebatadora, con canciones sacadas del propio libro (aunque me gustaría que en la versión expandida hubieran grabado la canción completa de Misty mountains tal y como aparece en el libro), unos escenarios preciosos y muy conseguidos, y unos personajes profundos y bien caracterizados. Perfecto Martin Freeman en el papel de Bilbo (aunque de Whatson tampoco estaba nada mal!), y como siempre Ian McKellen soberbio de Gandalf. 


Aún sigo escamada por eso de las tres partes. He visto el trailer ya de la segunda, y aparece Bilbo con el dragón, así que no sé qué demonios van a meter en la tercera parte. Espero que Peter no se líe, y que sea fiel a Tolkien, porque para los que no lo sepan, es un gran fan, y El Hobbit fue la primera película que quería hacer, pero le aconsejaron que hiciera la trilogía del Señor de los Anillos primero, porque vendería más. 

Y nada más, recomiendo que si alguien no la ha visto la vea, y que vayáis a ver la segunda y la tercera partes. A los que hayáis leído los libros os digo que no seáis cerrados de mente, que una buena película se puede disfrutar intentando hacer las mínimas comparaciones con el libro, y que si los detalles importantes están bien, que aparezcan personajes "bonus", es un aditivo que hay que saber saborear. Espero que el experimento del señor Jackson salga bien, y que algún día se atreva con el Silmarillion (soñar es gratis), que tengo curiosidad por ver Valinor, y a Lúthien llevados a la gran pantalla. 

¡Namarië pequeños hobbits!

lunes, 9 de septiembre de 2013

Ensaladas variadas, no hay por qué comer sólo lechuga. Diez ideas para hacer de la ensalada un mundo.

La ensalada es un plato barato, rápido y sencillo. Pero aburre. Siempre lo mismo, lechuga, tomate, maíz... mucho verde y poca chica, sobre todo para los más "carnívoros" y para los niños. Pero no tiene por qué ser así. Aquí van diez ideas para convertir un plato tan sencillo en un verdadero manjar. 

Idea número 1: La salsa da ritmo. 

Hay varias salsas que pueden quedar genial en una ensalada. Aunque mi favorita es la crema de vinagre balsámico hay muchas más opciones. La salsa de miel y mostaza se vende en los supermercados, no es demasiado cara y un chorrito de su agridulce sabor, convierte una ensalada normal en un auténtico paraíso degustativo. 
Una idea que me enseñó una amiga, fue mezclar queso de cabra fundido con mermelada de fresa. Sí, suena raro, pero es delicioso. El queso de cabra caliente le da una textura única, enfrentada al frescor de la lechuga, y la mermelada un dulzor muy agradable. 
La salsa de ciruela es otra opción riquísima, aunque de temporada. Basta con comprar un par de ciruelas en el supermercado, que estén bien maduras. Les quitamos el hueso y las trituramos con una licuadora, una picadora de carne, una batidora normal, o con el tenedor simplemente; luego hervimos esa masa con un poco de agua y un poco de azúcar al gusto, y finalmente, cuando quede una masa espesa y de sabor dulzón, la colamos y nos quedará un líquido oscuro y dulce con el sabor de las ciruelas. Los guardamos y lo dejamos enfriar y lo servimos en frío sobre la ensalada ¡deliciosa!
La salsa rosa es tal vez una de las más sencillas, y también de las más ricas; solo con mezclar un poco de mayonesa y ketchup obtendremos resultados ¡increíbles!

Idea número 2: Lo tropical triunfa.

Piña, papaya, paraguaya, melocotón... trocitos de fruta tropical y ácida le darán un toque de color y sabor a la ensalada. Hay mucha gente reacia a poner fruta en las cosas como en la piña, pero yo le doy mi voto a favor. 

Idea número 3: Frutos secos, derechos a las caderas. 

Esta idea no es apta para personas a dieta. Los frutos secos, además de ser muy caloríficos, son deliciosos. Nueces, cacahuetes, almendras... son productos no excesivamente caros (1 kg de nueces puede salir por 4 euros), que podemos añadir a las ensaladas. En poca cantidad ya dan mucho sabor. Además de los frutos comprados de forma individual nos permiten un montón de opciones, ya que venden preparados hechos ya para ensaladas, frutos pelados, con cáscara, salados, al horno sin sal... Probadlos todos y quedaos con vuestro favorito ¡un mar de oportunidades!

Idea número 4: Los lácteos no son sólo para el desayuno. 

Obviamente no me refiero a echarle leche a la ensalada y comerla como unos cereales, pero el queso, el yogur, el kéfir... son opciones interesantes y llenas de sabor. Probadlo con queso de cabra o de oveja (para aquellos que les gusten los sabores fuertes), una crema de queso, queso fresco, ya sea en daditos, a tiras o derretido. Mezclar yogur muy ácido, como el griego original, o el de oveja ecológico, con miel o echarlo tal cual también es una excelente idea. El kéfir es un poco más amargo, así que no os recomiendo echarlo sin haberlo probado antes para aseguraros de que os gusta, y recordad que estoy hablando de kéfir de leche y no de kéfir de agua. 

Idea número 5: ¡Dale color!

Una ensalada no tiene por qué ser todo verde. Podemos sustituir la lechuga iceberg por escarola, o lechuga roja; añadir cebolla roja en vez de blanca, remolacha, tiras de zanahoria o zanahorias cortadas, espárragos, tomates cherry, maíz... Productos frescos y baratos que encontramos con facilidad en el súper o la verdulería de la esquina, y que nos alegrarán el día con colores muy vivos y sabrosos. ¡El plato tiene que entrar por los ojos antes que por la boca!

Idea número 6: Pasta o arroz, no van solo con queso. 

Añadir un poco de pasta o arroz fríos a la ensalada seguro que ya lo habéis hecho todos, pero por si acaso, lo pongo. Un consejo es cocer la pasta con mucha sal y especias como el romero o el orégano, que harán que la pasta tenga más sabor que aportarle a la ensalada que el de cereales cocidos. Si además usáis pasta de la de colores, conseguiréis que el plato sea aún más atractivo. 

Idea número 7: ¡Ah, el mar!

Para los amantes del marisco y el pescado también me he guardado algo en la manga. Las gambas peladas, o los palitos de cangrejo (surimi), atún, salmón ahumado cortado en tiras... son opciones un poco más caras, pero deliciosas, que nos traen ese aroma a salobre y esa memoria del azul. Probad a combinar surimi con piña y salsa rosa ¡impresionante!

Idea número 8: Para los más carnívoros

La ensalada ¡no solo tiene por qué llevar verde! Para los que como yo, os vaya la carne más que cualquier verdura, podéis poner tiras de pechuga de pollo a la plancha; tiras de lonchas de pavo; taquitos de jamón york o serrano... ¡las opciones son variadas! De hecho, la mejor ensalada que he probado jamás, llevaba lonchitas de pato a la plancha, aún calientes, con una salsa de ciruela. ¡Para chuparse los dedos!

Idea número 9: Japón en tu cocina

No, no busquéis el número del japonés. Hoy lo haréis vosotros. Buscad setas en el supermercado; podéis usar champiñones frescos, ya cortados, setas frescas (en valencia los clásicos rovellones), o setas deshidratadas. Los champiñones a la plancha, igual que las setas frescas, y las deshidratadas, sumergidas en agua para rehidratarlas y añadidas frías a la ensalada. Intentad combinarlas con una ensalada de escarola, con tiras de zanahoria y brotes de soja. Proteína vegetal de primera, y muy rica. 

Idea número 10: Las rosas son rojas, las violetas azules y... ¡todas ellas se comen!

Bueno no todas. Antes de meteros en la tripa alguna flor venenosa, mirad en internet cuáles se pueden comer, y cuáles no. Los petalos de rosa, y los de pensamiento, son algunos de los usados habitualmente en ensaladas. No son caros de conseguir, pero eso sí, aseguraos de lavar muy bien los pétalos antes de echarlos a la ensalada, para eliminar bichos y todo rastro de pesticidas o productos químicos. Si tenéis un jardín casero, será más sencillo que consigáis flores aptas para el consumo. Barato y bonito, aunque no mi favorito en relación al sabor. 

Y ya está. 10 ideas para darle sabor a este sencillo plato. ¡Cómo para quejarse! Me voy a cenar, que me ha entrado hambre. 


jueves, 29 de agosto de 2013

Corazones de vainilla y canela

Hoy tocan galletas!! Es una modificación de una receta que encontré usando la app ¿Qué cocino hoy? De la cual hablaré otro día.

Es una receta sencillita para la cual sólo vais a necesitar una cuchara o batidora manual,  un horno, un microondas y un par de boles. ¡Y los ingredientes, claro!

Para las galletas necesitaremos: 250 gramos de harina (100 de harina de fuerza y 150 de reposteria), 125 o 150 gramos de azúcar (depende de si usamos glaseado o no, porque el glaseado ya es dulce y parece que no pero 25 gramos más o menos se notan), 125 gramos de mantequilla, un huevo y 3 cucharaditas de canela.

Primero ponemos en un bol el azúcar, la mantequilla muy blanda pero no del todo fundida y la canela y lo batimos bien hasta que quede una crema suave y homogénea. Después añadimos el huevo y mezclamos. Finalmente añadimos la harina tamizandola (para los que no lo sepan, pasandola por un colador) y mezclamos hasta obtener una masa ligera y homogénea. Tapamos con film transparente y dejamos media hora en el frigo.

Para hacer el glaseado usaremos 200 gramos de azúcar glass, 75 de mantequilla previamente derretida en el microondas  y 50 gramos de vainilla azucarada, además del colorante que queramos ponerle, en este caso rojo. Primero mezclamos la mantequilla con el azúcar glass hasta conseguir una crema muy suave y pastosa. Esa es la buttercream básica. Después añadimos la vainilla azucarada para darle el sabor a vainilla, más cuánto más sabor queramos que tenga pero teniendo en cuenta que si nos pasamos podemos estropear la buttercream dejandola arenosa. Y por último el colorante. El glaseado ya está listo y nos conviene guardarlo en el frigo pero sin dejar que llegue a endurecerse.

Cuando saquemos la masa de las galletas del frigo estará demasiado pegajosa para cortarla. La extendemos bien lisa y fina sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear y espolvoreamos un poco de canela y vainilla azucarada por encima. Metemos la masa al horno, previamente precalentado a180 grados y la horneamos hasta que esté dorada.

Con un cortapastas o un cuchillo cortamos las galletas con la masa recién sacada del horno, en la forma que queramos. Y por último ponemos el glaseado por encima. Y ¡ya está!

Yo he hecho corazones rojos para mi aniversario, pero podéis hacer la forma que querais. Espero que perdoneis las faltas de ortografía porque escribo esta entrada desde el móvil y no es fácil XD. ¡Disfrutad!!

viernes, 23 de agosto de 2013

Las apps de la semana: MyFitnessPal y RunKeeper

Ahora que se acaba el veranito, todos tendemos a dejarnos un poco. Ya no hay que lucir bikini ni bañador, así que la mayoría nos descuidamos de nuestro físico. Y ya para el verano que viene nos pondremos en forma. ¡Pero al final lo acabamos pagando! Todas esas dietas yoyó acaban en estrías y celulitis para las chicas, o una tripa cervecera imposible de quitar para los chicos. Así que toca mantenerse, cuidar lo que comemos y hacer algo de ejercicio. 
Para eso nos pueden ser muy útiles las dos apps de las que voy a hablaros hoy: MyFitnessPal y RunKeeper. 

MyFitnessPal es un contador de calorías: tú introduces lo que has comido y él te dice cuántas calorías tiene. Pero su función no se acaba ahí; si introduces tu peso y altura, edad y nivel de actividad física, le pones si quieres adelgazar o mantenerte, la app te indica las calorías diarias que debes ingerir para cumplir tu objetivo. Además de contar las calorías que comes, también te descuenta las del ejercicio que hagas; cuanto más ejercicio hagas, más podrás comer sin engordar (pero todo sin pasarse, gente, que nos conocemos). Tiene una base de datos de lo más amplia, con comidas caseras o preparadas, del Mercadona, Consum, Gadis, Carrefour, y supermercados extranjeros. Además puedes crear tus propias comidas, si sabes cuántas calorías tiene cada cosa, y guardarlas. Está totalmente en castellano, es muy fácil de usar, y además te permite un seguimiento completísimo de todo lo que ingieres, no solo calorías, si no grasas, hidratos de carbono y proteínas, con tablas y gráficas, diarias, semanales y mensuales; y también del peso que vayas perdiendo o manteniendo.  Nos permite compartir de forma voluntaria los progresos que hagamos (no publica nada en tu nombre si tú no quieres) y hacer dieta con amigos. En definitiva 100% recomendada, la podéis descargar de Samsungapps, Google Store, y de la App Store para Iphone. 



RunKeeper es una app de seguimiento del ejercicio que hacemos. También totalmente en castellano, necesita conexión con GPS, pero a cambio, nos permite un seguimiento de las rutas que hagamos, no solo corriendo o caminando, si no haciendo senderismo, ciclismo, patinaje, natación... dependiendo del tiempo que estemos con la actividad, el tipo de actividad que estemos haciendo, el ritmo que llevemos y los datos sobre nuestra altura, peso y edad, nos permite conocer la cantidad de calorías que quemamos en cada sesión. Podemos establecer objetivos de pérdida de peso, longitud a recorrer etc. y nos hace el seguimiento de si los cumplimos o no. Además nos avisa por voz de la distancia que hemos recorrido, el tiempo y el ritmo durante las rutinas (esta función se puede activar o desactivar a voluntad). Nos permite compartir los progresos o no hacerlos, los récords, las rutas... La única pega de esta app, es que el GPS no funciona muy bien dentro de las ciudades, así que a veces se inventa cosas como que has recorrido 12 km en 10 minutos, es decir, a supervelocidad, y que si se nos olvida pausarla cuando nos paremos a hablar en la calle o algo así, nos contará negativamente en el ritmo. Pero de todas formas, es la mejor app de ejercicio de las que he probado y también la recomiendo. 
Y nada más, ¡a cuidarse toca!

Consejos de una adicta a la cafeína: empezar el día con energía, pero sin café

Se acaban las vacaciones y empieza el curso para los que estamos estudiando. O empieza de nuevo el trabajo para los que estén currando y se hayan tomado unos días. Se acaba ese maravilloso periodo de dormir hasta horas increíbles y despertarse medio adormilado para ir a la playa. Y empiezan esas mañanas horrorosas de levantarse temprano, cuando aún es de noche, mirar por la ventana con cara de depresión mientras te bebes una taza de café medio mal hecho y te comes unos cereales sin hambre antes de empezar tu jornada. Yo, personalmente, soy una cafeinómana. Y es horrible. Entre el café malísimo de la facultad y el de sobre de casa, mis desayunos no son muy nutritivos. Y no dejo de notar los efectos secundarios de la cafeína, así que ahora que vamos a volver a empezar con la rutina mañanera, he decidido buscar alternativas al café, y hoy os planteo unas cuantas ideas para probar que sustituyan a la maldita cafeína.

Empiezo explicando por qué es tan mala la cafeína. Un efecto secundario de la cafeína muy destacable son los trastornos del sueño, como el insomnio. Cuando tomamos cafeína para evitar quedarnos dormidos, alteramos la respuesta del cuerpo a las hormonas que regulan los ciclos de sueño, y eso hace que a la larga, se altere ese ciclo. También causa acidez, dolor de estómago, diarrea, nerviosismo, espasmos musculares… Muchos omeópatas apuntan a la cafeína directamente como una de las causas más comunes del dolor de cuello. Yo padezco del cuello, y sí que es verdad que durante el curso, cuánta más cafeína tomo, más cargados noto los músculos de esa zona y peor me siento. La cafeína puede interferir con medicamentos que estemos tomando, además de causar deshidratación si no bebemos abundante agua y abusamos de ella, hipertensión y úlceras, y hay que destacar que puede llegar a causar dependencia. 
Por supuesto en todo momento estoy hablando de un consumo excesivo de cafeína, no de un solo café a la semana; los médicos aconsejan tomar café de forma moderada, ya que la cafeína posee propiedades que la ayudan a regular la retención de líquidos, estabiliza la presión arterial en hipotensos, y tiene propiedades antioxidantes. ¿Y qué hacemos para despertarnos sin cafeína?

Para empezar hay una serie de rutinas que todos deberíamos llevar a cabo y nos ayudarán a despertarnos de forma natural con poco sueño. Dormir 8 horas, hacer ejercicio una hora antes de irnos a dormir (no justo antes, que se vuelve contraproducente) o no comer justo antes de irnos a dormir, son consejos que nos ayudarán a descansar mejor y por lo tanto levantarnos mejor. Otro consejo es dormir sin luz artificial, pero con una ventana abierta que permita que entre la luz del amanecer y estimule la secreción de cortisol, la hormona que se encarga de despertarnos.

El ejercicio físico mañanero es una gran opción. Cuando hacemos ejercicio, secretamos ciertas hormonas que ayudan al organismo a mejorar su rendimiento: la sangre se bombea con fuerza a los músculos, los pulmones captan más oxígeno… así que hacer unas cuantas sentadillas, o salir a correr 20 minutos por la mañana, nos ayudará a mantenernos activos todo el día.

Si queremos evitar el ejercicio, otras sustancias con las que podemos sustituir al café son el té (contiene menos cafeína, y en su lugar contiene más teína, que es menos perjudicial), el té de canela (la canela causa una ligera hipertensión, muy recomendada para las chicas con spm y que ayuda a despertarnos), el chocolate, o el azúcar. Todo eso siempre sin pasarse. Aunque se ha hablado del mate como sustituto del café, lo cierto es que investigando he encontrado que el mate contiene aún más cafeína que el café.

Y nada más, recordaros que la cafeína no está solo en el café, también en el té, el chocolate, muchos refrescos, medicamentos, bebidas energéticas etc. De forma que si queréis minimizar la cantidad que ingerís tendréis que tener en cuenta todo lo que tomáis diariamente.

¡Buenos días!


miércoles, 21 de agosto de 2013

Assassin's Creed III: Connor, esperaba algo más de ti

Hace ya años que salió el primer videojuego de Assassin’s Creed. Fue en su momento un bombazo, recuerdo ese maravilloso anuncio con Altair saltando de tejado en tejado, con esos gráficos impresionantes, y abajo ponía eso de “imágenes reales extraídas del juego”. Tenía yo unos dulces 16 añitos y trabajaba en Mcdonald’s así que empleé una parte de mi primer sueldo en comprarme el pack Xbox 360 y Assassin’s Creed I.

5 años después, salió este año el Assassin’s Creed III después de las innumerables expansiones que tuvo el II, y como hasta ahora no me había decepcionado ninguno de la saga, a pesar de las malas críticas que tenía, me lo compré de segunda mano  este junio pasado. Y ahora tengo que decir… que me ha decepcionado. Mucho.

Empezando con el protagonista, Connor. ¡Altair molaba! Asesino de la edad media, en plena época de las cruzadas, silencioso, misterioso, sin saber casi nada de su vida… ¡Ezio molaba! El renacimiento italiano, con el maravilloso carnaval de Venecia, Florencia, los monumentos, seductor, con carácter, apuesto… Ambos conquistaron tanto a gamers femeninos como masculinos. Pero Connor… no sé, le falta algo. Es caprichoso, tiene poco encanto, poco hablador y encima cuando habla casi que la caga… No cumple los requisitos que en los primeros videojuegos se establecen para ser un buen asesino.

Luego está el cambio tan brusco de la interfaz. Cierto es que del I al II hubo un cambio bastante grande en los controles y la interfaz, pero se mantuvieron ciertas similitudes, en cuanto al mapa y la jugabilidad. En todas las expansiones del II la interfaz que se instauró en éste se fue mejorando, haciéndola muy intuitiva y muy jugable, con unos controles sencillos y fáciles, y aunque se introdujeron cambios todos fueron mejoras que en mi opinión contribuyeron notablemente a mejorar el juego. Pero llega el III, y la interfaz cambia totalmente. 

Nuevo mapa, nuevos controles… a favor tengo que decir que recuperan del I los grandes mapas entre ciudades en los que te puedes desplazar a pie o a caballo, con encuentros con soldados enemigos, lo cual permite una gran libertad de movimientos y no sólo saltar de una ciudad a otra; además la introducción de la caza, además de coherente con la historia, es algo muy atractivo para los jugadores, porque tienen que poner a prueba su habilidad. 
Otro rescate que se hace desde el II, es la posibilidad de mejorar la hacienda, al igual que Ezio era capaz de mejorar  Villa Auditore. De todas formas, el cambio de controles a unos mucho menos jugables, más complicados, menos intuitivos y además totalmente distintos de los de los juegos anteriores, es para mí una total cagada, que le quita al juego muchísimo encanto.

Es cierto que el golpe de efecto de que el padre de Connor sea templario, y te dejen jugar con él antes de descubrir que es un templario, engancha mucho y al principio del juego la historia te parece fascinante. Pero ¡no!, porque a partir de ahí la historia va cuesta abajo. La visión de la tribu, el entrenamiento de Connor, tan deficiente, el personaje bastante plano de Aquiles… Le falta mucho gancho.

Y los gráficos tampoco es que sean para tirar cohetes… pocas mejoras desde la última expansión, con bugs de personajes que vuelan, caras relativamente planas, poca vida en las ciudades… Mucho menos atractivo que Assassin’s Creed Revelations, con los hermosos gráficos de Constantinopla. E introducir batallas navales, si bien es un buen incentivo, no ha compensado los fallos.

Y en definitiva, que me enrollo, bastantes fallos, algún que otro acierto, y para mí, decepción total, Assassin’s Creed supone un bajón en el nivelazo que estaba manteniendo la saga. Espero que Black Flag mejore la cosa, porque ahora tengo demasiada curiosidad con el final de la historia como para dejar de jugar ahora.

Y nada más, recordad que nada es verdad y todo está permitido! 

Receta: hamburguesas caseras, ¡con pan y todo!

Hace poco estuve en un maravilloso restaurante, que si vais por Valencia os recomiendo: se llama La Llar y está en Beniarjó. Bueno, volviendo a lo mío, en este restaurante me pedí una hamburguesa que estaba increíblemente buena, y es que lo casero sabe mucho mejor, así que se me ocurrió buscar una buena receta para pan y carne de hamburguesa y hablaros de ella.

Me voy a centrar sobre todo en el pan, porque aunque parezca mentira, el secreto de una buena hamburguesa es prestarle tanta atención al pan como a la carne; podéis hacer la hamburguesa más rica del mundo, que si usáis ese pan barato de supermercado, va a quedar normalita tirando a mala. Después de comparar varias recetas, ésta es la que más me convence.

Los ingredientes para hacer nueve panecillos de hamburguesa son: 500 gramos de harina de trigo (no para repostería ni para bizcochos, si no para pan), 250 ml de leche entera, un sobre de levadura, 3  cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, 2 huevos, 15 gramos de azúcar, 10 gramos de sal, otro huevo para pintar y semillas de sésamo (es raro que podáis encontrarlas en un supermercado, pero sí en una herboristería o similar), aunque yo en este caso no los he añadido.

Para hacer la masa a mano, pondremos la harina en un cuenco amplio y añadimos la levadura, añadimos la leche, el aceite, el azúcar y la sal y dos de los huevos y empezamos a mezclar, intentando conseguir una masa homogénea, suave, elástica y lo menos pegajosa posible. Cuando cumple estos requisitos sabemos que está lista. Para que no se os pegue a las manos mientras trabajáis la masa, untar las manos con aceite es un buen truco.  


Con esta receta tenemos que tener paciencia, porque una vez lista la masa, debemos dejarla reposar. Hacemos una bola y la colocamos en un lugar cálido y sin corrientes de aire ni humedad, tapada con un paño (para evitar que los insectos nos la toquen, sobre todo ahora en verano que con el calor las moscas las hay a miles, y el gas que produce la levadura no se escape de la masa).

Ahora podemos separar esa bola en bolas más pequeñas, del tamaño de los panes de hamburguesa que queramos tener. Ponemos una bandeja de horno (fuera del horno) con papel de horno, y encima las bolas, separadas entre sí para que cuando crezcan no se toquen, y aplastándolas ligeramente (OJO, LIGERAMENTE) con la mano.


 Las cubrimos con un paño, y las dejamos reposar una hora. Tanto antes como ahora, notaréis que la bola y luego las bolitas han crecido de tamaño; eso es normal (de hecho es lo que tiene que pasar y si no pasa es malo) y se produce por la fermentación de la masa debido a la levadura, que produce CO2  e hincha la masa. También produce alcohol, pero como vamos a meter el pan en el horno, donde el alcohol se evaporará, no es un problema. Unos 10 minutos antes de meterlas al horno, lo precalentamos a 200ºC con calor arriba y abajo y justo antes de meterlos, lo bajamos a 180ºC. Batimos el huevo restante con un poco de leche y pintamos los panecillos, añadiendo después si queremos las semillas de sésamo sobre ellos. 


Finalmente horneamos los panecillos (en dos tandas o en una si te caben todos en el horno) durante 12 minutos más o menos.
Y ya está listo el pan. Mientras los panecillos reposan la segunda hora y se hornea, vamos haciendo la carne, y preparando los ingredientes extra, de esta forma tendremos listo el pan a la vez que lo demás y estará caliente y blando, recién sacado del horno.


Para la carne vamos a necesitar unos 100 gramos de picada mezcla de vacuno y cerdo para cada hamburguesa, unos 15 de pan rallado por hamburguesa, 15 de queso en polvo, zumo de dos limones y un poco de leche.

Primero que nada, separamos la picada y si es de paquete la desmenuzamos más hasta conseguir que sea muy amasarle. La ponemos en un bol, midiendo los gramos para las hamburguesas que queremos, en este caso, yo voy a hacer tres, así que pongo 300 gramos de picada. He elegido la picada de vacuno y cerdo, porque es la más jugosa, pero podéis hacerlo con picada de pollo, de pavo, de cerdo solo… Una vez tenemos la picada en el bol, añadimos el pan rallado (en este caso 45 gramos). El pan podemos rallarlo nosotros mismos, usando pan duro y una ralladora, pero tenemos que asegurarnos de que queda muy fino.
 En este caso, yo he usado de bolsa. Amasamos y añadimos el queso, volvemos a amasar y añadimos unas gotas de leche. La leche, el pan y el queso en polvo, le darán a la carne más jugo y más consistencia, de forma que las hamburguesas quedarán más homogéneas y no se romperán ni desmenuzarán con sólo tocarlas, en la sartén o al ponerlas en el pan. 


Con la mezcla ya hecha, separamos la picada en las bolas para las hamburguesas, y poniéndolas entre plástico de cocina, las aplastamos para que se queden redondas (forma de hamburguesa). Hecho esto, con un pincel de cocina, les damos una capa de zumo de limón por ambos lados. El limón, lejos de dejar sabor una vez cocinadas, lo que conseguirá es que durante la cocción las hamburguesas no se quemen por fuera y se hagan bien por dentro. Pincharlas con un palillo, ayudará a que se cuezan por dentro.


Ponemos en una sartén una cucharada de aceite de oliva y lo calentamos, poniendo a freír las hamburguesas a fuego medio-bajo. Sin prisa pero sin pausa. El tiempo depende de cómo de hecha la queráis, porque a mí, que la carne me gusta poco hecha, me tarda muy poco. Y ya está. Ponéis la hamburguesa en el pan, con los ingredientes extra que queráis (cebolla, lechuga, tomate…o en mi caso, salsa roquefort) e voilà.




¡Que aproveche!