lunes, 9 de septiembre de 2013

Ensaladas variadas, no hay por qué comer sólo lechuga. Diez ideas para hacer de la ensalada un mundo.

La ensalada es un plato barato, rápido y sencillo. Pero aburre. Siempre lo mismo, lechuga, tomate, maíz... mucho verde y poca chica, sobre todo para los más "carnívoros" y para los niños. Pero no tiene por qué ser así. Aquí van diez ideas para convertir un plato tan sencillo en un verdadero manjar. 

Idea número 1: La salsa da ritmo. 

Hay varias salsas que pueden quedar genial en una ensalada. Aunque mi favorita es la crema de vinagre balsámico hay muchas más opciones. La salsa de miel y mostaza se vende en los supermercados, no es demasiado cara y un chorrito de su agridulce sabor, convierte una ensalada normal en un auténtico paraíso degustativo. 
Una idea que me enseñó una amiga, fue mezclar queso de cabra fundido con mermelada de fresa. Sí, suena raro, pero es delicioso. El queso de cabra caliente le da una textura única, enfrentada al frescor de la lechuga, y la mermelada un dulzor muy agradable. 
La salsa de ciruela es otra opción riquísima, aunque de temporada. Basta con comprar un par de ciruelas en el supermercado, que estén bien maduras. Les quitamos el hueso y las trituramos con una licuadora, una picadora de carne, una batidora normal, o con el tenedor simplemente; luego hervimos esa masa con un poco de agua y un poco de azúcar al gusto, y finalmente, cuando quede una masa espesa y de sabor dulzón, la colamos y nos quedará un líquido oscuro y dulce con el sabor de las ciruelas. Los guardamos y lo dejamos enfriar y lo servimos en frío sobre la ensalada ¡deliciosa!
La salsa rosa es tal vez una de las más sencillas, y también de las más ricas; solo con mezclar un poco de mayonesa y ketchup obtendremos resultados ¡increíbles!

Idea número 2: Lo tropical triunfa.

Piña, papaya, paraguaya, melocotón... trocitos de fruta tropical y ácida le darán un toque de color y sabor a la ensalada. Hay mucha gente reacia a poner fruta en las cosas como en la piña, pero yo le doy mi voto a favor. 

Idea número 3: Frutos secos, derechos a las caderas. 

Esta idea no es apta para personas a dieta. Los frutos secos, además de ser muy caloríficos, son deliciosos. Nueces, cacahuetes, almendras... son productos no excesivamente caros (1 kg de nueces puede salir por 4 euros), que podemos añadir a las ensaladas. En poca cantidad ya dan mucho sabor. Además de los frutos comprados de forma individual nos permiten un montón de opciones, ya que venden preparados hechos ya para ensaladas, frutos pelados, con cáscara, salados, al horno sin sal... Probadlos todos y quedaos con vuestro favorito ¡un mar de oportunidades!

Idea número 4: Los lácteos no son sólo para el desayuno. 

Obviamente no me refiero a echarle leche a la ensalada y comerla como unos cereales, pero el queso, el yogur, el kéfir... son opciones interesantes y llenas de sabor. Probadlo con queso de cabra o de oveja (para aquellos que les gusten los sabores fuertes), una crema de queso, queso fresco, ya sea en daditos, a tiras o derretido. Mezclar yogur muy ácido, como el griego original, o el de oveja ecológico, con miel o echarlo tal cual también es una excelente idea. El kéfir es un poco más amargo, así que no os recomiendo echarlo sin haberlo probado antes para aseguraros de que os gusta, y recordad que estoy hablando de kéfir de leche y no de kéfir de agua. 

Idea número 5: ¡Dale color!

Una ensalada no tiene por qué ser todo verde. Podemos sustituir la lechuga iceberg por escarola, o lechuga roja; añadir cebolla roja en vez de blanca, remolacha, tiras de zanahoria o zanahorias cortadas, espárragos, tomates cherry, maíz... Productos frescos y baratos que encontramos con facilidad en el súper o la verdulería de la esquina, y que nos alegrarán el día con colores muy vivos y sabrosos. ¡El plato tiene que entrar por los ojos antes que por la boca!

Idea número 6: Pasta o arroz, no van solo con queso. 

Añadir un poco de pasta o arroz fríos a la ensalada seguro que ya lo habéis hecho todos, pero por si acaso, lo pongo. Un consejo es cocer la pasta con mucha sal y especias como el romero o el orégano, que harán que la pasta tenga más sabor que aportarle a la ensalada que el de cereales cocidos. Si además usáis pasta de la de colores, conseguiréis que el plato sea aún más atractivo. 

Idea número 7: ¡Ah, el mar!

Para los amantes del marisco y el pescado también me he guardado algo en la manga. Las gambas peladas, o los palitos de cangrejo (surimi), atún, salmón ahumado cortado en tiras... son opciones un poco más caras, pero deliciosas, que nos traen ese aroma a salobre y esa memoria del azul. Probad a combinar surimi con piña y salsa rosa ¡impresionante!

Idea número 8: Para los más carnívoros

La ensalada ¡no solo tiene por qué llevar verde! Para los que como yo, os vaya la carne más que cualquier verdura, podéis poner tiras de pechuga de pollo a la plancha; tiras de lonchas de pavo; taquitos de jamón york o serrano... ¡las opciones son variadas! De hecho, la mejor ensalada que he probado jamás, llevaba lonchitas de pato a la plancha, aún calientes, con una salsa de ciruela. ¡Para chuparse los dedos!

Idea número 9: Japón en tu cocina

No, no busquéis el número del japonés. Hoy lo haréis vosotros. Buscad setas en el supermercado; podéis usar champiñones frescos, ya cortados, setas frescas (en valencia los clásicos rovellones), o setas deshidratadas. Los champiñones a la plancha, igual que las setas frescas, y las deshidratadas, sumergidas en agua para rehidratarlas y añadidas frías a la ensalada. Intentad combinarlas con una ensalada de escarola, con tiras de zanahoria y brotes de soja. Proteína vegetal de primera, y muy rica. 

Idea número 10: Las rosas son rojas, las violetas azules y... ¡todas ellas se comen!

Bueno no todas. Antes de meteros en la tripa alguna flor venenosa, mirad en internet cuáles se pueden comer, y cuáles no. Los petalos de rosa, y los de pensamiento, son algunos de los usados habitualmente en ensaladas. No son caros de conseguir, pero eso sí, aseguraos de lavar muy bien los pétalos antes de echarlos a la ensalada, para eliminar bichos y todo rastro de pesticidas o productos químicos. Si tenéis un jardín casero, será más sencillo que consigáis flores aptas para el consumo. Barato y bonito, aunque no mi favorito en relación al sabor. 

Y ya está. 10 ideas para darle sabor a este sencillo plato. ¡Cómo para quejarse! Me voy a cenar, que me ha entrado hambre. 


1 comentario:

  1. Yo he probado la ensalada con pollo y daditos de pan tostado, que también es muy fácil de hacer. Buenas ideas, gracias ^^

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